¡Gracias Claudia por servirme modelo! Me ha encantado pensar en tí y en ese espíritu tuyo valiente, decidido y viajero.
Viendo el resultado me viene a la memoria este fragmento de uno de mis libros preferidos.
“Estaba fatigado. Se sentó. Me senté cerca de él. Y, después de un silencio, dijo aún:
- Las estrellas son bellas, por una flor que no se ve…
Respondí “por supuesto” y, sin hablar, miré los pliegues de la arena bajo la luna.
- El desierto es bello – agregó.
Es verdad. Siempre he amado el desierto. Puede uno sentarse sobre un médano de arena. No se ve nada. No se oye nada. Y sin embargo, algo resplandece en el silencio… “
El Principito
Antoine de Saint-Exupéry
Comentarios recientes